Donde Soy Amada

/

Nuestro Ministerio

Nuestra Historia

Donde Soy Amada

Somos un ministerio dedicado a la restauración de mujeres que han sido heridas por el rechazo, el abandono, la violencia, la vergüenza y la soledad. En este espacio sagrado, nos convertimos en un refugio de amor donde cada mujer puede experimentar la presencia de Dios y comprender que no necesita esforzarse por impresionar a nadie. Aquí, no hay condiciones para ser amada, valorada y perdonada; simplemente se recibe el amor incondicional que nos ofrece el Creador.

3 pilares

Nosotros

Misión

Nuestra misión es acompañar a mujeres heridas en su camino hacia la sanidad emocional y espiritual, guiándolas amorosamente a los brazos del Padre, donde comienza la verdadera transformación.


En “Donde Soy Amada”, proclamamos con cada palabra, testimonio y acción que hay esperanza después del dolor, propósito tras el quebranto y belleza aún en medio de las cenizas.
Nos levantamos como aquellas que fueron consoladas para consolar, restauradas para restaurar, y amadas para enseñar a amar.


Llevamos el mensaje de Jesucristo como estandarte y caminamos juntas hacia la libertad y la victoria que solo Su amor puede dar.

Visión

Que cada mujer, en cualquier lugar del mundo, pueda ser alcanzada por Donde Soy Amada y descubra que su verdadera identidad está en Jesús.


Un lugar donde pueda desplegar sus alas como una mariposa, sin necesidad de impresionar a nadie, siendo simplemente ella: una amada hija de Dios.


Deseamos que cada mujer comprenda que el diseño de Dios para la familia es perfecto y hermoso, y que cada hombre entienda la responsabilidad y la honra que Dios le ha confiado: dirigir, proteger y cuidar con amor a su esposa e hijos, para que juntos alcancen la plenitud como familia.


Porque todo lo que Dios creó, lo hizo bueno.

Donde Soy Amada

¿Te sientes perdida en medio del dolor?

“Donde Soy Amada”, te invitamos a descubrir cómo la sanidad emocional y espiritual puede florecer en tu vida, guiándote amorosamente hacia el abrazo transformador del Padre.